Una menor inventó un abuso sexual en una tarea del colegio y su padre está detenido desde marzo: “El relato fue copiado de una película”

La menor de 15 años confesó en Cámara Gesell que lo que escribió como tarea escolar no fue una experiencia real sino una ficción inspirada en una película. La Justicia aún no resolvió la excarcelación del acusado, que permanece detenido desde hace más de cuatro meses.

Un hombre de 37 años, padre de diez hijos, permanece detenido desde el 29 de marzo en la ciudad de Oberá, imputado por el delito de “abuso sexual agravado por el vínculo”, a partir de una denuncia derivada de un trabajo práctico escolar escrito por su hija de 15 años. Sin embargo, con el avance del expediente, la adolescente reconoció en Cámara Gesell que el relato no reflejaba una vivencia personal, sino que se trataba de una ficción inspirada en una película, según mencionó el abogado del acusado.

El caso se originó durante una clase de literatura en una escuela secundaria de Oberá, donde una docente propuso a sus alumnos redactar un texto sobre “algo importante que les haya pasado”. La joven escribió una historia de abuso intrafamiliar, lo que generó una inmediata preocupación en el ámbito escolar. La profesora dio aviso a la directora, quien a su vez activó el protocolo vigente contactando a la Línea 137 y dando intervención a la Comisaría de la Mujer.

A partir de esa denuncia, se ordenó la detención preventiva del progenitor. Desde entonces, el hombre permanece privado de su libertad en la Comisaría Quinta de Oberá, mientras la causa penal se tramita ante el Juzgado de Instrucción Uno de esa localidad.

No obstante, con el transcurso de la investigación judicial, comenzaron a surgir inconsistencias en la acusación. Según la defensa, encabezada por el abogado Gabriel Rivero Dubil, las pericias médicas, psicológicas y documentales realizadas no arrojaron indicios compatibles con una situación de abuso.

“El caso que estamos llevando adelante es muy sensible. Se trata de un hombre que está detenido por una denuncia que, con el correr del proceso, ha quedado claro que no se sustenta en hechos reales ni en pruebas objetivas”, explicó el letrado. “La menor, en su declaración en Cámara Gesell, explicó que lo que relató en la tarea escolar era una historia que había visto en una película, y que eligió escribir eso porque consideraba que su vida no era interesante”.

La Cámara Gesell fue clave en la causa. Allí, un equipo interdisciplinario entrevistó a la menor bajo resguardo. Según el abogado, de ese procedimiento surgieron elementos determinantes para la defensa. “No existen registros escolares, ni antecedentes clínicos, ni signos físicos ni psicológicos que sugieran que ocurrió un abuso. Además, se realizó un informe psicológico posterior que señala que la menor no presenta indicadores compatibles con una experiencia traumática. Todo indica que lo relatado no fue vivido, sino reproducido”.

Rivero Dubil aseguró que la joven incluso identificó el film que sirvió de inspiración para su texto: “La película que mencionó está disponible en plataformas online. La historia que escribió es prácticamente un calco. Y lo más grave: ese trabajo práctico nunca fue incorporado como prueba en el expediente”.

Según relató el defensor, su cliente es una persona de bajos recursos, sin antecedentes penales, y con problemas de salud que motivaron varias internaciones en el Hospital SAMIC. “Es un padre de familia que nunca tuvo conflictos con la Justicia, ni con ninguno de sus diez hijos. Su situación es desesperante. Está preso desde marzo por un hecho que no ocurrió”, sostuvo.

Consultado sobre el impacto en la vida familiar, Rivero Dubil fue claro: “La esposa declaró a su favor desde el inicio. Hizo todo lo necesario para que se escuche su versión. Pero la situación es muy difícil, porque la menor continúa conviviendo con su madre y sus hermanos. Es una familia disfuncional desde lo emocional, afectada por una denuncia que no debería haber llegado tan lejos”.

Respecto al estado del proceso judicial, el abogado aclaró que aún no fue rechazada la excarcelación: “La libertad no fue denegada. El juzgado está actuando con prudencia porque una liberación podría implicar la revinculación con su entorno familiar, incluida la menor. Se entiende la necesidad de cautela, pero la ausencia de pruebas objetivas es contundente”.

Sobre la posibilidad de que la menor sea imputada por una denuncia falsa, Rivero Dubil evitó hacer consideraciones. “Siempre existe la posibilidad, pero en este momento no queremos centrar el foco allí. Lo importante ahora es la libertad de Alejandro, que es inocente y está sufriendo una injusticia. Lo demás será evaluado más adelante”.

En relación al contexto escolar, el abogado destacó que la actuación de los docentes fue conforme al protocolo: “Nadie está en contra de la actuación de los docentes. Siguiendo el procedimiento previsto, actuaron de buena fe. Es cierto que se podría discutir la forma en que se procedió, pero lo concreto es que se dio aviso inmediato como establece el protocolo”.

Por último, Rivero Dubil hizo un llamado a la sociedad para abordar estos temas con responsabilidad: “Lo único que pedimos es que se tenga empatía. Este caso es una señal de alerta para todos. Las falsas denuncias existen y también pueden destruir vidas. La lucha por los derechos de las víctimas debe seguir firme, pero sin dejar de lado el principio de inocencia ni el derecho a la verdad”.

Mientras tanto, Alejandro —nombre ficticio del acusado para preservar la identidad de la menor— continúa detenido a la espera de una decisión judicial que determine si recupera su libertad. En paralelo, su familia intenta sobrellevar una situación marcada por el estigma social, el dolor y la incertidumbre.

“La justicia debe actuar con pruebas. Y aquí no hay delitos, ni víctimas, ni culpables. Solo una gran confusión que debe ser reparada”, concluyó el abogado defensor.