Un rayo sobre la Basílica de San Pedro y una gaviota en la chimenea: las “señales divinas” del último cónclave

La mañana del viernes 2 de mayo grita “cónclave en todo su esplendor en la Ciudad del Vaticano. En plena cuenta regresiva y fuertes rumores sobre quién será el próximo Sumo Pontífice tras la muerte del papa Francisco, la icónica chimenea ya está instalada sobre la Capilla Sixtina.

De allí saldrá el famoso humo blanco, que confirmará la culminación de la etapa de sede vacante y significará que los 133 cardenales habilitados a votar alcanzaron una voluntad en común para elegir un sucesor para el trono de San Pedro.Varios cardenales antes del juramento sobre la Biblia en la capilla Sixtina, antes del comienzo del cónclave de 2013. (Foto de Archivo EFE)Varios cardenales antes del juramento sobre la Biblia en la capilla Sixtina, antes del comienzo del cónclave de 2013. (Foto de Archivo EFE)

El inicio será el miércoles 7 de mayo, cuando se dará inicio al momento “Extra Omnes”, que en latín significa “¡Todos afuera!”. Tal como muestra la película Cónclave, que sigue liderando en tendencias en Amazon Prime y ciertamente ilustra con lujo de detalles todo el proceso en medio de una atrapante trama, los purpurados se encierran bajo llave para dar inicio a la votación.

A partir de ahí, solo quedarán confinados en la Capilla Sixtina, los cardenales electores del nuevo papa. Aunque nada determina cuánto tiempo tardarán ni cuántas rondas de votaciones habrá -por cada una sale humo negro-, las versiones más fuertes anticipan que la definición “será rápida”, y menos de 48 horas después podrían dar a conocer la esperada noticia, que será portada en todos los medios.

El rayo en la cúpula de San Pedro: la foto que dio la vuelta al mundo

El 11 de febrero de 2013 el papa Benedicto XVI anunció su renuncia en un día histórico para Iglesia Católica, tuvo lugar un acontecimiento histórico: fue la primera renuncia de un Santo Padre en casi seis siglos

Ese mismo día, una fuerte tormenta eléctrica azotó Roma, y un rayo cayó con toda su fuerza sobre la cúpula de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Y hubo alguien que fotografió ese preciso instante.La imagen del rayo que cayó sobre la cúpula de San Pedro tras la renuncia de Benedicto XVI. (Foto: ANSA)

Las preguntas y las suspicacias no se hicieron esperar. Parecía “una señal divina”, “un mensaje de Dios”, y algunos se atrevían a bautizarla como una “profecía”. Si el presagio iba a ser positivo o negativo, nadie podía saberlo en ese entonces. Después de confirmar que la imagen era real y no un fotomontaje, se supo que el autor era Alessandro Di Meo, fotógrafo de la agencia de noticias italiana ANSA, y se viralizó en cuestión de segundos.

“Comprendo que la foto pueda parecer increíble, pero fue producto de casi 40 minutos luchando con la cámara fotográfica, desde que vi que estaba llegando un temporal; ante el primer relámpago tuve la idea y de inmediato me ubiqué bajo la columnata”, contó Di Meo en ese entonces.

Según el fotógrafo, no pudo capturar el primer rayo que cayó, porque estaba limpiando las gotas de agua de la lente de su cámara, pero no se desanimó, y esperó atento la siguiente oportunidad. Así fue como consiguió captar la foto que luego recorrió el mundo como símbolo de una renuncia sin precedentes. Y lo que pasó después, también es para creer o reventar.

La gaviota sobre la chimenea en la Capilla Sixtina

La retirada del papa alemán causó gran revuelo en aquel entonces, que luego de ocho años de pontificado comunicó de forma sorpresiva -y en latín- su renuncia. Aquel detalle idiomático generó confusión y muchos tardaron en darse cuenta de que estaba dimitiendo de su cargo como líder supremo de la fe católica, obispo de Roma y jefe de Estado del Vaticano.Una gaviota se posó sobre la chimenea de la Capilla Sixtina el segundo día del cónclave el 13 de marzo de 2013. (Foto: AP)Una gaviota se posó sobre la chimenea de la Capilla Sixtina el segundo día del cónclave el 13 de marzo de 2013. (Foto: AP)

La Santa Sede estaba vacante, tal como ocurre ahora, y casi dos semanas después comenzó el cónclave, que duró dos días. Justamente, el segundo día del cónclave, el mismo en que se conocería que Jorge Bergoglio había sido electo como pontífice, ocurrió un episodio captó la atención de las millones de personas que tenían puestas todas las miradas sobre la chimenea más famosa de la historia.

Las cuatro pantallas gigantes que estaban en la plaza de San Pedro mostraron un ave blanca, una gaviota, que se posó sobre la chimenea por la que luego saldría la fumata blanca. Solo una eligió ese lugar para descansar durante unos minutos, mientras el resto sobrevolaba en otras direcciones.

En Twitter, ahora conocida como red social X, surgieron varias teorías. La más fuerte era de índole religiosa, y aseguraba que se trataba de la supuesta presencia del Espíritu Santo, debido a que en el catolicismo suele representarse con una paloma.

Sin embargo, la Agencia Informativa Catolica Argentina (AICA), órgano de difusión del arzobispado local, arrojó un dato que resultó asombroso y aún más místico en medio de la inminente elección del único papa argentino.Una gaviota pasa por delante del papa Francisco durante una audiencia general en la Plaza de San Pedro en 2014. (Foto: EFE) Una gaviota pasa por delante del papa Francisco durante una audiencia general en la Plaza de San Pedro en 2014. (Foto: EFE)

“Quienes no saben distinguir las distintas especies de aves, suponían que era una paloma, pero en realidad, la aposentada en la chimenea de la fumata era una gaviota de la especie Larus argentatus“, indicó AICA.

Larus es el nombre genérico de las gaviotas, y argentatus hace referencia a su color blanco, que en heráldica se llama plata, argentum, lo mismo que el nombre del país de donde proviene el nuevo papa: Argentina, cuyo nombre se deriva del Río de la Plata, el río más ancho del mundo sobre el que se recuesta la ciudad de Buenos Aires, llamada por ello ‘La Reina del Plata’”, explicaron.

Las mismas gaviotas sobrevolaron en bandada un día antes del funeral del papa Francisco sobre la Plaza San Pedro, en videos que también se viralizaron. Aunque luego se supo que no resulta un fenómeno inusual en Roma, algunos lo interpretaron como símbolo de una sentida despedida.

Creyentes o no en “las señales divinas”, son tiempos de gran expectativa, y el mundo observa atento aquel tejado. Es temprano aún para interpretar posibles símbolos de este cónclave, atravesado por la reciente partida de Francisco.

Con la mirada de la majestuosa obra de Miguel Ángel sobre sus espaldas, los cardenales tienen en sus manos la decisión que escribirá las siguientes páginas de la religión que tiene más de 1.400 millones de fieles a nivel mundial.