Bestial, repudiable e indignante. De paz y amor no tuvo nada la Navidad en la plaza del Arroba, en Cipolletti, Río Negro. Fue, más bien, una noche de furia la reciente Nochebuena, con graves incidentes. Así lo resume la impactante imagen del rostro desfigurado de la coordinadora de Tránsito salvajemente agredida en los disturbios.
Como ya es un clásico de esa fecha -y también el 31 de diciembre-, el espacio público se vio invadido por jóvenes y adolescentes que se congregaron para pasarla juntos y beber en exceso. Pero en un momento, cuando el alcohol comenzó a hacer efecto, sobrevino el caos y la barbarie.
Todo parecía transcurrir en calma hasta que en el final de la interminable velada se produjeron los graves desmanes, que dejaron como consecuencia a la coordinadora de Tránsito y una policía que intentaban poner orden lesionadas por piedrazos que arrojaron asistentes durante un fuerte enfrentamiento en el que se escucharon escopetazos.
La foto del rostro de la mujer con moretones y cortes genera escalofríos e indignación y debería llamar a la reflexión. ¿Cómo se van a comportar los chicos el 31? ¿Hay que permitir que hagan lo que les parezca y no respeten a nadie o prohibirles que se reúnan allí?
Cuentan que el intendente Rodrigo Buteler está muy preocupado por la situación y junto al Secretario de Fiscalización Gonzalo Regueiro planificaron una reunión con los vecinos para este viernes, a fin de planificar nuevas acciones.
Se desconoce si habrá un operativo más riguroso o si directamente se impedirá que la juventud cope la zona.