Ayer lunes, el fiscal Hugo Costilla indagó al abogado Augusto Filippín, a quien lo imputó por “hurto” tras sustraer un aparato valuado en casi medio millón de dólares, del interior del Sanatorio Junín.
El letrado fue asistido por la defensa pública y se abstuvo de declarar, y el representante del Ministerio Público dispuso que continúe detenido, hasta que se conozcan los antecedentes.
Había un antecedente muy reciente: el 5 de diciembre del año pasado detuvieron a Filippín y a su cómplice por robar sanitarios del Predio Ferial Catamarca. En un operativo policial, fueron detenidos los sospechosos que se hacían pasar por operarios de Obras Públicas.
El sistema SAE-911 fue clave para individualizarlos a través de cámaras de seguridad, logrando interceptarlos en la zona de la Quebrada de Moreira. Para sorpresa de las autoridades, uno de los detenidos, quien se trasladaba en el vehículo utilizado para el robo, era el abogado identificado con el apellido Filippín.
Ambos implicados quedaron a disposición de la justicia, mientras se investigaba si estaban vinculados a otros hechos similares.
El 7 de diciembre el fiscal de Instrucción N°2, Laureano Palacios, indagó al abogado Augusto Filippín y a un hombre de apellido García, quienes fueron aprehendidos el jueves anterior tras ser señalados como autores del robo de dos inodoros en el Predio Ferial. La denuncia fue presentada por Fernando Boneu, director del espacio, quien alertó sobre el hecho.
Ambos imputados se abstuvieron de declarar durante la audiencia y quedaron acusados del delito de encubrimiento agravado por el ánimo de lucro. Ninguna cámara del Predio Ferial los mostraba cometiendo el delito, y por eso no se les imputó el robo. El fiscal Palacios resolvió que permanezcan detenidos mientras se aguardaba la planilla de antecedentes de los acusados para determinar los pasos a seguir. Igual que ahora.
Al día siguiente de la detención del abogado Augusto Felippín, el 6 de diciembre de 2024, una mujer identificada en Facebook como Fer Palios, publicó: “Bueno tanto escándalo por dos inodoros a mí me robó 8 anillos de plata y oro, un termo Stanley, un parlante, 700.000 pesos, ropa, vajilla. Al que me alquila uniformes de policía, un aire comprimido, parlantes, chalecos antibalas, cachiporra y encima me drogo y no se si abuso de mí, estoy con protocolo por abuso sexual creo que esto es más grave pero como no soy el predio ferial no pasa nada… Augusto Filippín la concha de tu madre te quiero ver preso”.
Un día después, la misma mujer posteó: “De todas mis amistades intimas con las que pasé horas y horas de mí vida ni una tuvo las pelotas y los ovarios de compartir mí publicación donde busco afectar la reputación de mí abusador y cleptomano, ratero Augusto Filippin. Muchos saben con detalles todo lo que pase y sigo pasando, pero esto me sirve para saber quién es quién. Les mando un besito y gracias por ser tan soretes. Ni nos vimos. Odio el mensaje en privado no se gasten”.
Ahora, tras el ilícito cometido en el Sanatorio Junín, se conoció otra denuncia en la que dl abogado Augusto Filippín estuvo involucrado. El hecho habría ocurrido el 31 de agosto de 2024. Una mujer denunció que, tras compartir bebidas alcohólicas, éste le habría introducido “algo” a la bebida, que la hizo tener mucho sueño, por lo que se fue a dormir y así la mantuvo cautiva en su propio domicilio durante dos días.
En el relato de la denunciante, manifiesta que Filippín le robó elementos del domicilio y dinero en efectivo, con el que debía pagar el alquiler de donde residía.
Según esa denuncia, durante los dos días, Filippín la habría obligado a que lo acompañe con los elementos robados en su automóvil, tras apuntarle con un arma de fuego. Incluso, la mujer contó que cuando despertó, éste estaba junto a otro hombre desconocido, a quien intentaba venderle sus electrodomésticos.
Finalmente, tras dos días de estar “drogada” se fue y descubrió que además, tenía moretones en las piernas, chupones y marcas en el cuerpo, por lo que solicitó que se lleve a cabo el protocolo de abuso sexual.
La causa era instruida por el fiscal Federico Aldeco, pero en diciembre quedó en manos del fiscal Ricardo Andrés Córdoba Andreatta. La presunta víctima informó al diario El Esquiú que nunca le notificaron los resultados, ni del protocolo, ni de la pericia psicológica a la que fue sometida.
Además, denunciante señaló que habría más víctimas de hechos, que no se animan a denunciar, ya que el abogado las habría amenazado con matarlas y dijo que tiene contactos en la política, por lo que “entraría por una puerta y saldría por la otra”.
Quien también se expresó sobre el tema fue el abogado Carlos Uslenghi, ayer en Radio TV Valle Viejo. Mientras Filippín era indagado bajo la calificación de “hurto”, Uslenghi consideró que “sea robo, sea hurto, sea la calificación que le quieras dar, en mayor o menor medida, es una acción ilícita. Es un profesional que cometió un ilícito. Se levantó un celular, se llevó el cenicero del bar, lo que vos quieras, pero cometió un ilícito. No le buscamos la calificación, vamos al hecho mismo que degrada la profesión. La ley es justa para todo. Ahora, yo insisto en esto. El código deontológico, el código de ética de la profesión nuestra, nos pone en una posición donde el Colegio no actúa. Hubo profesionales imputados por falsificar cédula de notificación para intentar cobrarle plata a los clientes y se beneficiaron por la prescripción de la causa. O sea, no estoy diciendo que demostraron la inocencia, sino que el propio sistema ineficaz, el propio sistema que se prestó a lograr la prescripción, lo libera, pero no lo puede liberar de la sanción ética”.
Carlos Uslenghi apuntó directamente contra la indiferencia del Colegio de Abogados ante estos casos: “Yo creo que un tema que está hoy en primera plana y preocupa de los profesionales, es ver que hay colegas, por llamarlos de una forma y con cierta reserva, vinculados a hechos ilícitos, que son público y notorio, y me preocupa ver cómo el Colegio de Abogados, por ejemplo, no ha salido a tomar una postura, una posición a través de lo que es nuestro Tribunal de Ética, porque yo creo que mínimamente en circunstancias como las que se están dando, debería suspender la matrícula a aquellos profesionales que se ven vinculados a hechos ilícitos, y esto no es la primera vez. Quiero recordar que hace un año o dos atrás, hubo profesionales que hasta le allanaron los estudios por haber hecho cédulas apócrifas y estaban imputados, quizás se beneficiaron por ahí con la prescripción de la causa, pero eso también se demuestra cómo el Poder Judicial es connivente con la actuación de quienes no pueden seguir ejerciendo el Derecho cuando son partícipes de ilícitos que son graves. Y en ese sentido el Colegio de Abogados ha pasado a ser un órgano inexistente en el control de la ética profesional”.
Por último, una publicación del diario El Esquiú del 13 de mayo de 2011 consigna: “A juicio por llevarse un auto: Nahuel José Augusto Filippín será llevado a juicio tras haber sido aprehendido por personal policial luego de intentar robar un auto, el 8 de octubre de 2008. El hecho habría tenido lugar en primeras horas de la mañana cuando Nadia María Delgado dejó estacionado sobre calle Rojas su automóvil marca Fiat. Allí se hizo presente el encausado, quien violentó las cerraduras de las puertas y la tapa del baúl y se apoderó del vehículo. El sujeto deambuló por diversos lugares con la intención de vender el auto, mientras la policía seguía sus pasos y finalmente en un domicilio de avenida San Martín fue detenido por personal policial”. Ese “sujeto”, ¿será también el actual abogado?