Como ya ocurriera en otras ocasiones, cuando terminó en un escándalo cuando propietarios de taxis y remises denunciaban ante personal de la Dirección de Tránsito Municipal a choferes de Uber y los emboscaban en controles, ahora se conoció una grave maniobra destinada a escrachar a trabajadores de la mencionada aplicación.
Se trata de un grupo de Whatsapp en el que los tacheros pasarían fotos y datos de posibles UBER, que trabajan en distintas zonas de la ciudad, y en esas conversaciones mostraron la foto de un auto gris que circulaba por una calle y compartieron su patente.
Con la difusión de las imágenes, un joven salió al cruce de los trabajadores del volante y, aduciendo ser el propietario del vehículo que aparecía en la foto, aseguró no ser Uber: “El de la Suran soy yo, y no soy Uber. Llevo a mí pareja por su emprendimiento”, aclaró.
Luego, la pareja del “sospechoso” cuestionó con dureza a los “caza Uber”, y les realizó una advertencia: “Hoy fue conmigo, ¿mañana con quién? Basta de juzgar y señalar sin pruebas. No tienen idea del daño que pueden causar”, dijo la joven de 23 años.
La pareja del supuesto chofer de Uber aclaró: “Primero que nada, NO soy Uber. Todos los fines de semana mi pareja me deja en la plaza para descargar y cargar mis cosas porque TRABAJO FERIANDO, como cualquiera que se gana el pan dignamente. Me parece gravísimo que alguien se tome el atrevimiento de sacar fotos, inventar una historia y subirla sin tener la más mínima idea de lo que está diciendo“,
Posteriormente remarcó que “esto no sólo es una falta de respeto, es una difamación”, y agregó que no está en contra de nada “ni de nadie que labure dignamente”.
Finalmente, repudió “la actitud de ciertos taxistas/remises (porque no todos son así) que se dedican a sacar fotos, acusar sin pruebas y exponer gente en redes como si fueran cazadores de brujas”.

Antecedentes:
Recordemos que, en febrero de 2024, se produjo un un hecho particular en la calle Zurita y Maipú, donde un enfrentamiento entre un taxista y un conductor de Uber culminó en una situación de violencia física y posterior detención.
Según testigos presenciales, un joven de 20 años, conductor de un vehículo particular utilizando la aplicación de Uber para transportar pasajeros, se vio envuelto en un entredicho con un taxista. En medio de la disputa, el conductor de Uber habría exhibido una réplica de arma de fuego, generando alarma entre los presentes en el lugar.
El conflicto se intensificó cuando, al detener la marcha, el conductor de Uber agredió físicamente al taxista con golpes de puño. Este último dio aviso a sus compañeros a través de la radiocomando, lo que condujo a la intervención del personal policial. Los agentes policiales se presentaron en el lugar y procedieron a la detención del joven conductor de Uber, poniéndolo a disposición de la justicia local.

La confrontación escaló en los primeros días de marzo, también del año pasado, cuando cinco hombres taxistas de apellidos Vilmeti (33), Navarro (34), Canata (34), Salguero (47)y Gualquifil (36) fueron arrestados por orden del fiscal de turno Facundo Barros Jorrat, sospechados de participar en una salvaje golpiza a un conductor de Uber de apellido Bordogno, de 53 años, en la zona Oeste de la Capital.
El hecho tuvo fuerte repercusión porque un ocasional transeúnte registró el ataque en videos que luego se viralizaron a través de las redes sociales.
El ataque ocurrió aproximadamente a las 11.30 en la esquina de Avenida Illia y pasaje Río del Valle, cuando el conductor de Uber llegó al lugar a bordo de su vehículo y fue increpado por los cinco violentos. La discusión terminó cuando los cinco golpearon al otro hombre quien, tras perder el equilibrio y caer al suelo, fue atacado y siguió recibiendo patadas y golpes de puño.

Momentos antes en las inmediaciones se había llevado a cabo un control vehicular por parte del Municipio de la Capital, lo que hizo sospechar que todo se habría tratado de una “emboscada” entre los taxistas y remiseros, con complicidad de agentes de la Dirección de Tránsito municipal. Presuntamente, el viaje de Uber fue solicitado para que se inicie en el lugar donde se produjo la gresca.
En medio de la golpiza llegó un móvil policial de la Comisaría Cuarta que había sido convocado minutos antes por el SAE-911. Cuatro violentos subieron a un auto Ford Focus blanco dominio KDX-546 y huyeron a pesar de la voz de alto de los policías, dando inicio a una persecución que terminó en la intersección de Bernabé Correa y avenida Presidente Perón, donde fueron cercados por efectivos del Grupo Kappa.
El quinto sospechoso, de apellido Gualquifil, huyó a pie y también fue reducido cerca del Hospital San Juan Bautista. Mientras tanto, el agredido fue trasladado a la sede Judicial N°4 donde se descompensó en momentos que radicaba la denuncia penal correspondiente. Fue trasladado al Hospital donde recibió asistencia y más tarde terminó su presentación judicial. Se pudo conocer que durante ese trámite fue entrevistado por el fiscal General Alejandro Gober y el fiscal de turno Barros Jorrat.
Se conoció además que el hombre denunció el robo de un reloj pulsera que luego fue encontrado entre las pertenencias de uno de los violentos.
