La Iglesia Católica inició una nueva etapa con la elección del cardenal estadounidense Robert Prevost como el nuevo Papa, quien adoptó el nombre de León XIV, un homenaje a un papa que dejó una profunda huella en la historia de la Iglesia: León XIII.
Después de dos días de cónclave y cuatro rondas de votación, la Capilla Sixtina fue testigo de un acontecimiento histórico: el 7 de mayo de 2025, el cardenal Robert Prevost fue elegido como sucesor del papa Francisco. En un gesto simbólico, decidió llevar el nombre de León XIV, una elección que remite directamente a León XIII, quien ocupó el papado entre 1878 y 1903.
León XIII: Un papa reformista y visionario
León XIII, nacido como Vincenzo Gioacchino Pecci en 1810, fue un papa profundamente comprometido con los problemas sociales y económicos de su tiempo. Durante su pontificado, se encontraba en una época de rápidos avances en la ciencia, la política y la economía, lo que generaba tensiones con la Iglesia. Sin embargo, León XIII apostó por el diálogo y la actualización del pensamiento católico, adaptando la Iglesia a los tiempos modernos sin perder su esencia.
Una de las grandes contribuciones de León XIII fue su encíclica Rerum Novarum, publicada en 1891, considerada como la piedra fundacional de la doctrina social de la Iglesia. En este documento, defendió los derechos de los trabajadores a condiciones laborales dignas, a la formación de sindicatos y a un salario justo. En un momento en el que el capitalismo estaba en auge, este mensaje fue revolucionario, posicionando al papa como una voz moral en un mundo que enfrentaba crecientes desigualdades.
Además, León XIII promovió el estudio de Santo Tomás de Aquino, alentó el uso de la razón junto con la fe y abrió los archivos del Vaticano a la investigación científica, abriendo así la puerta al diálogo con el mundo académico.
Un mensaje de continuidad y compromiso
La elección del nombre de León XIV por parte de Robert Prevost no es casual. En un momento en el que el mundo enfrenta profundas desigualdades y conflictos sociales, el nuevo Papa podría estar enviando un mensaje de continuidad en el legado de su predecesor. Al igual que León XIII, León XIV podría buscar una Iglesia comprometida con los más vulnerables y dispuesta a dialogar con los desafíos actuales del mundo.
Será León XIV el nuevo puente entre tradición y cambio, al igual que lo fue su homónimo del siglo XIX. Solo el tiempo lo dirá, pero su elección de nombre ya plantea una pista sobre el enfoque pastoral que podría caracterizar su pontificado.
