Las intensas lluvias que azotan a toda la provincia dejan a varios pueblos linderos a los ríos y arroyos en alerta. En este contexto, tras los desbordes en el río Pilcomayo que llegaron a alcanzar los 6 metros, el Comité de Emergencia Climática de la provincia de Salta desplegó un megaoperativo de monitoreo permanente para preservar el bienestar de los habitantes.
En el testimonio de carácter público brindado por el secretario de Recursos Hídricos de Salta, Mauricio Romero Leal, se reconoció que la acumulación de agua y crecida de los caudales de las cuencas son normales para esta época del año. Además, valoró que el río Pilcomayo nace en Bolivia, sin embargo los efectos del flujo de la corriente se nota en territorio salteño.

“Hablar de un desborde en el Río Pilcomayo es natural y necesario”, sostuvo leal. La afirmación refiere a la necesidad de mantener hidratado el suelo para afrontar las sequías que se generarán a futuro. Las mismas suelen prolongarse hasta 9 meses, por lo que representa un factor crucial para evitar males mayores.
Pese a que las condiciones climáticas son adversas y ponen en peligro la integridad habitacional de los residentes que viven en las inmediaciones del río Pilcomayo, el trabajo de la secretaria de Recursos Hídricos y el Gobierno Provincial volvieron a trazar una línea de trabajo –que se repite año a año- para asistir a los damnificados y controlar la situación. Para ello, buscan ocuparse de la población, pero sin alterar el transcurso natural de esta corriente de agua continua.
Finalmente, este accionar trasciende las fronteras ya que trabajan en conjunto con el país vecino. “Tenemos estaciones en Bolivia que nos permiten tomar precauciones con tres días de anticipación y, ante alguna situación fuera de lo natural, actuar”, concluyó. Como medida crucial, se están reforzando los terraplenes y anillos de contención.