Luego de haber recibido varios impactos de bala, el párroco consiguió conducir su auto hacia una estación de servicio, donde fue auxiliado. Allí precisó que fue víctima de un intento de robo en un camino de ripio cerca de Santa Teresa, al que ingresó para orinar.
Falleció el párroco que se desempeñaba en la iglesia de San Miguel Arcángel, de la localidad de Máximo Paz, quien había sido herido de bala a comienzos de octubre en un camino de ripio cercano a la ruta 90, cuando viajaba hacia Rosario.
El sacerdote Carlos Jorge Sala se encontraba internado desde hacía casi un mes en el hospital de Villa Constitución. Había recibido un disparo de arma de fuego, en un episodio confuso que permanece bajo investigación de la fiscal Analía Saravalli de Villa Constitución, ya que el propio cura llegó a relatar que fue víctima de un asalto por parte de dos hombres, pero en su vehículo fue encontrado dinero en su maletín. Tenía 61 años, y falleció el pasado sábado. Sus restos fueron velados el domingo en el templo parroquial de Máximo Paz, donde él oficiaba.
El pasado sábado 5 de octubre por la noche, Sala se desplazaba en su Chevrolet Onix azul por la ruta 90 rumbo a Rosario, y decidió frenar en un camino de ripio, a la altura de la localidad de Santa Teresa, para orinar.
En su relato, al bajar del vehículo, fue abordado por dos sospechosos encapuchados que lo tiraron al suelo y forcejearon para robarle. Malherido, Sala llegó hasta una estación de servicios Shell en la ruta 18, donde pidió auxilio a los playeros, que llamaron al 911. Llegó lúcido a la estación, con la ropa ensangrentada y en estado de desvanecimiento.
Debió ser intervenido quirúrgicamente en el hospital de Villa Constitución, donde ingresó herido de bala en el pecho y el abdomen. Tras la cirugía, Sala continuó internado por casi un mes, hasta este sábado 2 de noviembre que se confirmó su deceso.