En un operativo de gran escala, personal de Gendarmería Nacional logró desarticular una estructura criminal vinculada al narcotráfico que operaba en el Norte argentino. La causa comenzó a gestarse en Catamarca, donde se detectaron movimientos sospechosos relacionados con el transporte de estupefacientes ocultos en vehículos.
El avance de la investigación derivó en allanamientos simultáneos en distintos puntos del país, con epicentro en las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca. La operación permitió el secuestro de cocaína, dinero en efectivo, armas de fuego, automóviles y documentación clave para profundizar las pesquisas sobre el entramado regional del narcotráfico.

Las tareas de inteligencia detectaron que la banda tenía una logística bien definida, incluyendo centros de acopio, rutas de traslado y mecanismos para el lavado de activos. La cocaína, presuntamente ingresada desde Bolivia, era distribuida a diferentes provincias del centro y norte del país a través de vehículos especialmente acondicionados.
Uno de los procedimientos más relevantes se desarrolló en Orán, ciudad salteña que se encuentra en la mira de las fuerzas federales por su cercanía con pasos fronterizos utilizados por redes vinculadas al narcotráfico. También se realizaron allanamientos en San Salvador de Jujuy y Belén, donde se originó el caso tras el hallazgo inicial de droga.

Según informó el Ministerio de Seguridad de la Nación, la organización criminal funcionaba con distintos niveles de operación: transporte, acopio, distribución y blanqueo de capitales. Hasta el momento se detuvieron 18 personas, y la causa continúa abierta, con medidas judiciales en curso para desentrañar la totalidad de la red.