Marcelo Bonelli: “el ministro de Salud renunció por la grave denuncia de corrupción de Pettovello al Papa”

“La denuncia de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ante el Papa Francisco sobre un hecho de corrupción, finalmente estalló este jueves a la noche. Fue una bomba que explotó después de las 22 y sacudió a las redacciones: se va el ministro de Salud, Mario Russo”, escribe este viernes Marcelo Bonelli en Clarín.

“Sandra Pettovello es intocable para Javo. Pero su viaje al Vaticano provocó intranquilidad entre los ministros”, afirmó el periodista.

“Francisco -un día después- tiró con munición gruesa y habló de coimas que exigió un ministro. El Papa no precisó nombres y, pícaro, dejó un manto de sospecha sobre qué ministro y que administración estaba involucrada. Pero fue la propia Pettovello quien le confesó a Francisco los detalles de ese intento de corrupción”, informa Bonelli.

“Por ese motivo, este jueves a la noche renunció en forma inesperada el ministro Russo”, cerró el periodista.

El papa Francisco denunció hace una semana que el secretario de un ministro del Gobierno argentino intentó sobornar a un emprendedor internacional que fue a “presentar un nuevo plan de extensiones” de una inversión. “Pasó, le entregó los papeles, la firma…y cuando él (el emprendedor) se estaba por levantar, le dice: ¿y para nosotros, cuánto?… ¿Y para nosotros, cuánto? La coima”, declaró en el encuentro mundial de movimientos populares en el Vaticano.

Hace dos semanas el sumo pontífice se reunió con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello en una audiencia en la residencia de Santa Marta.

El papa dijo que el secretario del ministro le pidió una coima a este emprendedor y criticó la corrupción: “Mi abuela me decía que el diablo entra por el bolsillo”. “Me contaba un emprendedor internacional, que estaba haciendo en Argentina unas inversiones de extensión de eso que ellos llevaban adelante, que trabajan muy bien y que hay un buen acuerdo. Fue a presentar al ministro el plan de nuevas extensiones y el ministro lo atendió muy bien y le dijo ’déjemelo, ya lo van a llamar’. Al día siguiente, el secretario del ministro lo llamó, le dijo si podía pasar dentro de dos días, así ya le entregaban el permiso. Pasó, le entregó los papeles, la firma y cuando él [el emprendedor] se estaba por levantar, le dice: ¿Y para nosotros, cuánto?… ¿Y para nosotros, cuánto? La coima. El diablo entra por el bolsillo, no se olviden”, relató.