Según datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), en Argentina hay 9,5 millones de hogares que reciben subsidios en sus tarifas eléctricas. El Gobierno, en acuerdo con el FMI, busca reformar este sistema para reducir la cantidad de beneficiarios, concentrando la asistencia en sectores de bajos ingresos. El nuevo esquema prevé excluir del beneficio a 3,2 millones de usuarios de clase media y avanzar hacia un mercado energético más desregulado.
Modificaciones en el esquema de subsidios
Actualmente, los usuarios se dividen en tres niveles: ingresos altos, que no reciben subsidios; ingresos bajos, que cuentan con mayor asistencia; e ingresos medios, con un apoyo más limitado. Con el nuevo plan, se eliminará esta segmentación, enfocando la ayuda solo en los hogares más vulnerables. La medida forma parte de un compromiso con el FMI para optimizar el gasto público y reducir el déficit fiscal.
Impacto del dólar y ajustes tarifarios
La eliminación del cepo cambiario y el aumento del dólar podrían elevar los costos de la energía, con el riesgo de trasladarse a las facturas finales. Desde diciembre de 2023, las tarifas de electricidad han aumentado un 264% y las de gas un 622% en el Área Metropolitana de Buenos Aires para aquellos usuarios que no reciben subsidios. El Gobierno busca que las tarifas reflejen el costo real de suministro, mientras que se espera que las empresas del sector energético puedan negociar contratos libremente.
Revisión tarifaria y mejoras en el servicio
En paralelo, se lleva a cabo una Revisión Quinquenal de Tarifas que establecerá un nuevo camino de inversión y actualizaciones mensuales. Las distribuidoras de energía, especialmente en el AMBA, deberán mejorar sus servicios, incluyendo la reducción de cortes de suministro, como parte de este proceso de revisión.