Independiente se llevó un triunfo de película, una de esas que tuvo de todo para convertirse en un verdadero triller futbolero. El 3-2 sobre Talleres fue electrizante de principio a fin, bajo el impiadoso sol que bañó la tarde del jueves en el Mario Alberto Kempes.
A los 3 minutos, casi desde el vestaurio, Rubén Botta inició una jugada que continuó Matías Galarza Fonda al enviar un centro bajo desde la derecha que accidentalmente conectó Federico Vera para decretar en contra el 1-0 para la T.
Pero a los 17 y por la misma vía, los de Julio Vaccari alcanzaron la paridad luego de un envío desde la derecha que Juan Gabriel Rodríguez cabeceó sin querer como si se tratara de un delantero para dejar sin ninguna chance a Guido Herrera.
Más allá de ello, los cordobeses tenían el control del partido y habían contado con una gran chance de Botta que de puntín disparó apenas desviado ante la salida de Rodrigo Rey, que en otra le tapó el gol a Galarza Fonda y en una más a Palacios.
Sin embargo, a los 37, un centro de Galdamez quedó boyando tras un rebote y Sporle la conectó desde el borde del área para poner el segundo para los de Avellaneda.
Inmediatamente después, un tiro en el palo de Botta pudo haber sido el 2-2 y el primer tiempo se fue con una injusta caída parcial de los locales.
En el complemento le invalidaron a los 12′ un golazo a Nahuel Bustos, que la había pinchado por encima del arquero pero le cometío falta previa a Kevin Lomónaco. Pero a los 42′ la T tuvo su premio con un golazo de volea de Valentín Depietri, que la empalmó de derecha en el vértice del árez chica al capitalizar un rechazo que quedó corto.
Cuando parecía que así concluiría todo, en el descuento Luciano Cabral, gran figura del encuentro, le hizo honor a la 10 que lleva en su espalda para convertir un golazo: juntó defensores, le amagó a Herrera, lo dejó tirado y definió de derecha de manera excelsa para poner el 3-2 para Independiente.
