Los investigadores lograron identificar al hombre que fue asesinado de tres tiros por la espalda esta madrugada frente a un kiosco ubicado en Paraguay al 2900, en el barrio porteño de Recoleta, en un ataque sicario.
Se trata de Fabián Sturm Gardon, de 42 años, un ciudadano uruguayo con nacionalidad española que se fue de su casa por miedo a que lo maten, según confiaron fuentes del caso.
La identificación se logró luego de que la esposa de la víctima se presentara ante las autoridades y contara que su marido “se había ido de la casa por miedo a que lo mataran”, en base a lo que pudo reconstruir este medio de fuentes de la investigación.
Este jueves por la tarde, la mujer de Sturm Gardon, que había nacido un 24 de diciembre de 1982 en la ciudad uruguaya de Montevideo, declarará ante el fiscal Marcelo Roma, encargado del expediente. Como la víctima no tiene registro en la Argentina, la identificación que ella haga es crucial para el caso.
Mientras tanto, los investigadores desmenuzaron el video del crimen sicario y lo primero que extrajeron de las imágenes es que quienes llevaron a la víctima hasta su muerte huyeron tras el ataque, por lo que creen que podría tratarse de los entregadores, según detallaron las fuentes del caso.
Se trata de la pareja que llegó con Sturm en auto hasta el kiosco y que estacionó en segunda fila, un poco más adelante del Volkswagen Suran del que descendió el asesino.
En el video se ve que la víctima bajó del coche y enfiló hasta el kiosco. Tras el crimen, el auto de la pareja avanzó un poco hasta la esquina y ambos descendieron, observaron lo que sucedió con Sturm a los lejos, se volvieron a subir al vehículo y huyeron.
En tanto, los peritos de la Policía Científica trabajan como orfebres sobre el celular de la víctima: es que el teléfono recibió un balazo en el ataque y los especialistas intentan quitar el plomo sin romper la memoria para recuperar los datos, claves para la investigación.
En paralelo, también descubrieron que el Volkswagen Suran del que bajó el sicario, quien estaba en el asiento trasero del coche estacionado, tenía las patentes de un auto que había sido robado en el interior del país. El dato crucial es que quien se llevó esas placas no usó guantes y podría haber huellas en el coche violentado que colaboren con esta causa.
Todo sucedió esta madrugada y las cámaras de seguridad son el aporte más importante del caso. Un agente de la Policía de la Ciudad presente en la zona escuchó disparos y rápidamente se dirigió al lugar. Una vez allí, encontró a la víctima tendida sobre la vereda. El homicida ya había escapado para ese entonces, llevándose pertenencias de la víctima.