La medida responde a la reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de incrementar del 10% al 20% los aranceles sobre bienes chinos.
El Ministerio de Finanzas chino detalló que las nuevas tarifas afectarán al pollo, trigo, maíz y algodón con un 15%, mientras que se aplicará un 10% a productos como soja, sorgo, carne de cerdo y vacuno, pescado y mariscos, frutas, verduras y productos lácteos.
Además de estas medidas, Pekín presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que «las medidas arancelarias unilaterales de Estados Unidos violan gravemente las normas y socavan las bases de la cooperación económica y comercial» entre ambos países.
En paralelo, China retomó la «lista de entidades no fiables» para sancionar a diez empresas estadounidenses involucradas en la venta de armas a Taiwán. Según las autoridades chinas, estas compañías actuaron «a pesar de la firme oposición de China, socavando gravemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo» del país.
Por su parte, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, minimizó el impacto de las medidas chinas y aseguró que los fabricantes del gigante asiático no tendrán más opción que «tragarse» los aranceles sin trasladar el costo a los precios. «El modelo comercial de China es exportar, exportar, exportar, y eso es inaceptable», afirmó en una entrevista con ‘Fox News’, donde también sostuvo: «Con los aranceles a China estoy muy seguro de que los fabricantes chinos se los tragarán y los precios no subirán».
Cabe recordar que días atrás el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que elevó los aranceles a las importaciones chinas del 10% al 20%, como respuesta a lo que la Casa Blanca considera una falta de acciones por parte de China para frenar el flujo de fentanilo hacia territorio estadounidense.
La medida, que entró en vigencia el martes pasado, forma parte de la estrategia del gobierno de Trump para reforzar el control sobre el comercio con China. La orden ejecutiva, denominada “Nueva modificación de las obligaciones relacionadas con la cadena de suministro de opioides sintéticos en la República Popular China”, ajustó una disposición anterior firmada el 1 de febrero de 2025.
Según la Casa Blanca, el gobierno chino no tomó medidas suficientes para restringir el suministro de opioides sintéticos a Estados Unidos, lo que representa una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional, la economía y la política exterior del país.
El incremento de los aranceles podría impactar en una amplia variedad de bienes de consumo provenientes de China. De acuerdo con datos del Departamento de Comercio de EE.UU., en 2024 los productos más importados desde ese país incluyeron teléfonos celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos.
Además, Estados Unidos adquirió más de 32.000 millones de dólares en juguetes, juegos y artículos deportivos, junto con miles de millones en prendas de vestir y calzado.
Tarifas recíprocas: si Trump las aplica y Milei adhiere, la Argentina debería bajar 60% los aranceles a los bienes importados de EEUU
En un escenario de posibles cambios en las relaciones comerciales internacionales, el presidente de Argentina, Javier Milei, expresó su deseo de negociar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, a pesar de las limitaciones impuestas por la pertenencia al Mercosur.
El presidente argentino mencionó en su discurso del 22 de febrero que Argentina busca ser el primer país en adherir a un acuerdo de reciprocidad comercial propuesto por la administración de Donald Trump. Esta medida podría tener implicaciones significativas para la economía del país, especialmente en términos de aranceles sobre productos importados.
El acuerdo propuesto por Trump, que implica la aplicación de “tarifas recíprocas”, significaría una reducción del 60% en los aranceles promedio aplicados a las importaciones desde Estados Unidos. Según el análisis realizado por Maximiliano Gutiérrez del Ieral de la Fundación Mediterránea, actualmente Argentina aplica un arancel promedio de 6,2% sobre los productos provenientes de Estados Unidos, mientras que el arancel promedio estadounidense sobre productos argentinos es de solo 2,5%. Si Argentina aceptara la reciprocidad, debería reducir su tasa a 2,5%, un ajuste considerable con respecto a los niveles actuales.
La alternativa a este acuerdo sería que Argentina enfrente un aumento del 148% en los aranceles que los productos argentinos deben pagar para ingresar al mercado estadounidense. Esto se debe a que los Estados Unidos, en el marco de su política comercial, están buscando aumentar los ingresos fiscales mediante la imposición de aranceles más elevados a productos importados.
Impacto en las relaciones comerciales internacionales
La iniciativa de Trump de aplicar aranceles recíprocos también podría tener un efecto de rebote sobre otros países. Según Gutiérrez, países como el Reino Unido, Bélgica, Francia, y Perú, entre otros, podrían enfrentar aumentos en los aranceles si Trump implementa esta medida. En contraposición, Argentina, junto con China, India y Brasil, se vería obligada a reducir sus aranceles para cumplir con los términos de reciprocidad.
Si bien el presidente Milei ha expresado su deseo de salir del Mercosur para facilitar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, esta medida depende de la aprobación tanto en el Congreso de Argentina como en el Legislativo estadounidense, lo que hace que el proceso de implementación sea más complejo.
¿Qué opinan los analistas?
Maximiliano Gutiérrez ha destacado que la postura de Trump en cuanto a las tarifas está influenciada por una política de “mercantilismo extremo, no sostenible”, aunque podría ser utilizada como base para negociaciones. Si bien algunos analistas ven la propuesta como una oportunidad para mejorar la competitividad de Argentina en el comercio internacional, también existen preocupaciones sobre las posibles repercusiones económicas y diplomáticas de aplicar tarifas tan drásticas.
Por su parte, el impacto de los aranceles adicionales sobre las importaciones chinas y la reciente política comercial de Trump han provocado una escalada de tensiones con la Unión Europea y China, dos actores clave en el comercio global. En este contexto, las decisiones de Estados Unidos podrían llevar a la formación de alianzas inesperadas entre potencias económicas, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la estrategia comercial internacional de Argentina.
