Nuevamente el diario digital El Abaucán se hizo eco de la alarmante situación de la salud pública en Fiambalá, que según dicen llegó a un punto crítico, y la comunidad no está dispuesta a soportarlo más. Mencionan que miembros de la Unión Vecinal Autónoma de esa ciudad (UVA), encabezados por Guillermo Antonio Fernández, junto con otros vecinos del distrito, enviaron una nota contundente al ministro de Salud de la Provincia, Lucas Zampieri, exigiendo medidas inmediatas. El reclamo principal: la designación urgente de médicos y la provisión de ambulancias para hacer frente al colapso del sistema de salud en la región.
En su misiva que hicieron conocer a El Abaucán, los vecinos denuncian la falta de profesionales médicos en el hospital Dr. Luis Agote, así como en los minihospitales de Medanitos y Palo Blanco, ubicados a 22 y 50 kilómetros respectivamente de Fiambalá. “Los pacientes están completamente desprotegidos”, señala la carta, que describe un panorama sombrío donde las postas sanitarias han estado sin cobertura durante más de dos años, afectando a una población de cerca de 10.000 personas en un área de más de 17.500 km².
La inauguración del hospital local por el gobernador el año pasado ha quedado en promesas vacías, ya que la infraestructura carece de personal adecuado. Los vecinos enfatizan que ni siquiera hay un cirujano disponible para realizar intervenciones quirúrgicas de rutina, obligando a los pacientes a ser trasladados al Hospital San Juan Bautista en la capital provincial, recorriendo más de 350 kilómetros. Esta situación, aseguran, “ha costado vidas humanas”.
El pedido también incluye la provisión de tres nuevas ambulancias, ya que actualmente el área programática de Fiambalá no cuenta con ninguna unidad permanente, lo que deja a los pacientes “librados a su suerte”.
Con firmeza, los vecinos subrayan que la situación es insostenible y citan los artículos de la Constitución Nacional y Provincial que garantizan el derecho a la salud, cuestionando la inacción del gobierno provincial y exigiendo al ministro Zampieri que actúe de inmediato. “No pedimos favores, exigimos lo que por derecho nos corresponde”, manifiestan, dejando claro que el abandono sistemático por parte de las autoridades es una afrenta a la dignidad y al bienestar de toda la comunidad de Fiambalá.
La crisis sanitaria en la región no solo expone la falta de planificación y gestión del gobierno provincial, sino que pone en peligro la vida de miles de personas que no pueden acceder a una atención médica básica y de calidad. ¿Hasta cuándo los Fiambalenses deberán esperar para recibir el trato que merecen?.