Leopoldo Martín “Pitito” Martínez, quien tomó las riendas del manejo de la barra brava de Rosario Central, fue detenido este jueves por la mañana en su domicilio de Villa Manuelita. Lo arrestó la Tropa de Operaciones Especiales por pedido de los fiscales Alejandro Ferlazzo, Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra, quienes lo llevarán a audiencia imputativa por estar sospechado de encubrimiento en el doble crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte y su ladero Daniel Raúl “Rana” Attardo, quienes fueron acribillados a tiros el 9 de noviembre pasado en Avellaneda al 700 bis, a metros del Gigante de Arroyito, tras el partido en el que perdió el Canalla ante San Lorenzo. Se cree que robó los celulares de las víctimas de la escena del hecho.
Los agentes provinciales incautaron un teléfono y una riñonera en la casa de “Pitito”, que casualmente había sido atacada a tiros el pasado 30 de noviembre, la fecha en la que Central había vuelto a jugar de local después del doble homicidio de “Pillín” y “Rana”. En esa balacera, Prefectura y la Policía de Investigaciones constataron tres tiros contra la puerta, uno en la vereda y otro en el interior del inmueble. Los peritos forenses habían incautado cinco vainas servidas.
En ese mismo domicilio había sido arrestado Martínez el 2 de julio de 2020 en una causa por lavado contra Bracamonte. El fiscal Miguel Moreno posteriormente lo imputó, pero solo porque le encontró un arma calibre .380 con numeración limada en el interior de la propiedad.
Además, la TOE hizo otros ocho operativos en Ecuador al 2300, Sánchez de Loria al 100 bis, Uruguay al 4200, Colombia al 2400, Calle 9 al 2500, y Doctor Riva al 5400. En tanto, realizó otro en Pasaje Solís al 700 de Granadero Baigorria.
Una de las hipótesis del doble crimen es que fue encargado por la presunta banda narco Los Menores, cuyo cabecilla Lisandro “Licha” o “Limón” Contreras fue detenido el sábado pasado en Tigre, mientras hacía compras. Posteriormente, la Policía Federal allanó su domicilio, en un country del barrio cerrado de San Sebastián de Pilar, y junto con la TOE irrumpieron en 12 propiedades de Rosario y en una de Funes, donde aprehendieron a otros tres presuntos miembros de esa organización.
Los Menores, según se investiga, querían correr del manejo de la barra brava a “Pillín” y habrían contado con apoyo de personas cercanas a la víctima para poder emboscarlo en las inmediaciones del Gigante de Arroyito. Uno de los datos que siguen los investigadores policiales es que Bracamonte había cambiado su hoja de ruta el día del ataque. Solía irse por el Parque Alem rumbo al country Los Álamos de Ibarlucea, donde vivía, y ese día se subió a una S10 blanca como acompañante para ir por Avellaneda hasta la estación de servicio que está en la intersección de ese bulevar con Cándido Carballo, donde la Policía encontró su camioneta estacionada.
La hoja de ruta que siempre seguía “Pillín” incluso se vio evidenciada en agosto pasado, cuando intentaron matarlo a tiros después del clásico que ganó Rosario Central ante Newell’s con gol de Facundo Mallo. En esa ocasión, un sicario realizó doce disparos y se subió a una moto que lo esperaba a los pocos metros. Una bala rozó la espalda del por entonces jefe de la barra brava canalla y otro hirió a su pareja.
Todavía no está clara la mecánica del ataque a Bracamonte y Attardo. Testigos señalaron que eran dos sicarios en moto, otros indicaron que eran tres encapuchados que estaban a pie, y otros sindicaron a uno solo que había bajado de un auto.
Al momento de la emboscada al número 1 y 2 de la barra brava auriazul no había alumbrado público sobre un tramo de Avellaneda, casualmente, donde fueron baleados los dos capos del paraavalanchas.
En una entrevista que brindó en octubre pasado Bracamonte a La Nación había señalado a Los Menores como una organización que podía matarlo, como se cree que finalmente ocurrió.
“Pitito” también fue noticia el 19 de julio pasado, cuando Gendarmería lo detuvo en Sánchez de Thompson y Grandoli mientras se desplazaba en un auto rumbo al Gigante de Arroyito, donde Central jugó contra Sarmiento. Al momento del operativo, en el auto estaba junto con Carlos “Bichi” Suárez, quien estaba bajo investigación por un cargamento de 464 kilos de cocaína que se incautaron en San Justo el 1º de julio. Luego, Martínez quedó en libertad porque él no figuraba en ese legajo federal.
