
Este miércoles se conoció una curiosa situación en la Capital de La Rioja, cuando un joven delincuente robó un celular en calle Güemes y Santa Fe, y huyó corriendo, perseguido por los dueños del aparato durante varias cuadras. Hasta que el malviviente se cansó y se entregó. “Tengo mucha sed, les devuelvo el celular porque me cansé de correr” dijo el malviviente de apellido Torres.
Cuando llegó el personal policial y lo arrestó, esposándolo, el joven les pidió agua, y aparentemente, por lo que se ve en las imágenes, le compraron e invitaron con agua saborizada. Dice la crónica de un medio riojano que, antes de ser trasladado por los uniformados, los dueños del celular le pegaron unas cachetadas.
Fuente: Involucrados La Rioja