El gobernador de Mendoza y el jefe del bloque UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo, criticaron la medida de la mesa directiva de la Convención Nacional.
Alfredo Cornejo, gobernador de la provincia de Mendoza y miembro de la Unión Cívica Radical (UCR), criticó este lunes la decisión que tomó la mesa directiva de la Convención Nacional de su partido, cuyos integrantes definieron suspender a los cuatro diputados del bloque que votaron a favor del veto impulsado por el presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria que había sido aprobada previamente en el Congreso.
“Está mal”, sostuvo el mandatario provincial, y pidió a quienes conducen el espacio que “no sean la voz de una facción”.
Ayer, los diputados Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi fueron suspendidos por la UCR y dejaron de formar parte del bloque del espacio, al menos mientras dure la investigación que llevará adelante el Tribunal de Ética. La sanción responde a su cambio de posición, debido a que primero votaron a favor de la ley de movilidad jubilatoria y luego apoyaron el veto del presidente Milei a la norma, en contrapunto al mandato del partido.
Así lo decidió la mesa directiva de la Convención Nacional, liderada por Gastón Manes y Hernán Rossi, que resolvió suspender la afiliación partidaria de cuatro de los cinco legisladores disidentes.
El caso de José Tournier —el quinto voto— es particular, ya que, aunque integra el bloque de la UCR en la Cámara Baja, no está afiliado formalmente al partido.
Consumada esta definición, Cornejo fue una de las voces disidentes y a través de su cuenta de la red social X realizó un descargo. “La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal”, opinó el ex senador nacional, citando el comunicado que difundió su espacio.
Asimismo, el gobernador mendocino le pidió a quienes dirigen el partido radical “que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”.