Informe: Multimedios El Abaucán Digital
En una jornada que quedará marcada como un antes y un después en la historia reciente de Fiambalá, el intendente Raúl Úsqueda encabezó un acto sin precedentes: la habilitación formal de 76 prestadores turísticos privados, una medida que representa una verdadera bocanada de aire fresco para cientos de familias que durante años fueron sistemáticamente relegadas por el aparato político de la exintendenta Roxana Paulón.
Este avance no es un hecho aislado, sino el resultado de una clara decisión política del actual jefe comunal, quien desde el primer día de su gestión se propuso erradicar prácticas corruptas, arbitrarias y clientelistas que marcaron a fuego la administración anterior. Durante años, el turismo Fiambalense fue manejado con criterios discrecionales, donde solo un reducido grupo de allegados al poder accedía a habilitaciones, beneficios y visibilidad, mientras que el resto era marginado por no pertenecer al círculo político dominante, inclusive del mismo partido gobernante de ese oscuro entonces.
La habilitación masiva de estos nuevos actores del turismo fue posible gracias al trabajo articulado entre la Municipalidad de Fiambalá y la Dirección de Inspección General, a cargo del Perito Luis Antonio Carrizo, quien viene desarrollando una tarea técnica, transparente y eficiente. La medida no solo reconoce a quienes vienen trabajando en silencio, muchas veces sin apoyo ni reconocimiento, sino que también impulsa un nuevo modelo de desarrollo basado en el mérito, la legalidad y la inclusión real.
Raúl Úsqueda, acompañado por parte de su gabinete, encabezó personalmente la entrega de las resoluciones habilitantes, demostrando una vez más que el turismo es una política de Estado para su gestión y no una herramienta de propaganda para unos pocos privilegiados. En un distrito con un potencial turístico inigualable como Fiambalá, esta apertura representa una oportunidad concreta para el crecimiento de la economía local, la generación de empleos genuinos y el fortalecimiento del sector privado.
Los beneficiarios celebraron con entusiasmo y emoción esta conquista, destacando la transparencia, equidad y el respeto a todos por igual, sin importar colores políticos, algo que no ocurría desde hace más de una década. Muchos de ellos coincidieron en señalar que por primera vez se sienten escuchados y acompañados por una gestión municipal que prioriza a la comunidad antes que a la rosca partidaria.
Con esta medida, Fiambalá comienza a dejar atrás los años de oscuridad, favoritismo y corrupción, y abre paso a una nueva etapa de desarrollo, oportunidades e inclusión. La gestión de Raúl Úsqueda sigue marcando la diferencia con hechos concretos, y esta decisión histórica es una prueba más de que el cambio no solo era necesario, sino urgente.
