La inseguridad sigue siendo un flagelo para los comerciantes de la capital. Durante la madrugada de ayer, un nuevo robo sacudió la zona comercial de Avenida Virgen del Valle Norte y Padre Barrio Nuevo, donde delincuentes conocidos como “revienta vidrieras” perpetraron un violento ataque contra Mueblería Mi Viejo, un local dedicado a la venta de muebles de pino.
Este hecho es especialmente alarmante, ya que se trata del tercer episodio delictivo que sufre este comercio en menos de un año. En esta ocasión, los delincuentes emplearon una amoladora para cortar la reja de seguridad, lograron violentar el blindado de la vidriera y finalmente ingresaron al local, llevándose una importante cantidad de herramientas de mano que se encontraban a la venta.
El ataque no solo generó indignación en el propietario, sino también asombro y preocupación entre otros comerciantes de la zona, quienes señalaron que en las últimas semanas la Avenida Virgen del Valle Norte se ha convertido en blanco frecuente de arrebatos y delitos contra la propiedad. Este último hecho se suma a una lista de robos en locales y a comerciantes que ya consideran esta zona como peligrosa durante horarios nocturnos.
Los vecinos y comerciantes señalaron que la avenida es una de las más transitadas durante el día por su carácter comercial, pero durante la noche se convierte en un lugar desprotegido por la falta de patrullajes. “Es increíble que una zona tan importante para la economía local esté siendo tan desatendida por las autoridades”, comentó uno de los comerciantes.
Tras el robo, personal policial se hizo presente en el lugar para realizar las pericias correspondientes. Además, se están analizando cámaras de seguridad, tanto del comercio como de otros establecimientos cercanos, con la esperanza de identificar a los responsables del ataque.
El propietario de Mueblería Mi Viejo, al igual que otros comerciantes de la avenida, instó a reforzar las medidas de seguridad en la zona y a establecer controles más estrictos que permitan garantizar la tranquilidad de quienes trabajan y viven allí.
Fuente: Catamarca en Cana
