Con la llegada del verano y el incremento de las temperaturas, el consumo de energía en los hogares se dispara debido al uso masivo de los aires acondicionados. Esta situación no solo incrementa la cantidad de cortes de luz, sino que también repercute en el monto de las facturas de electricidad, generando una preocupación creciente entre los usuarios.
Ante este panorama, la aislación térmica eficiente se presenta como una solución fundamental para optimizar el uso de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado. La instalación de aislamiento térmico en las viviendas implica mejorar la envolvente del hogar, es decir, techo, muros y pisos, mediante materiales que reduzcan la transferencia de calor entre el exterior y el interior de la vivienda.
Según la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (ANDIMA), el 50% del consumo de energía en los hogares argentinos corresponde a la climatización de los ambientes. En otras palabras, la mitad de lo que se paga en la factura de luz se destina a refrigerar o calentar el hogar. Javier Maltz, presidente de ANDIMA, resalta que “la forma más eficiente para consumir menos energía en un hogar es contar con materiales de aislación térmica eficiente, como la lana de vidrio, el poliestireno expandido y el poliuretano, en la envolvente de la casa. Esto permite ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en la factura de electricidad destinada a la climatización”.
En este contexto, la eficiencia energética de los aires acondicionados también juega un rol importante, aunque no suficiente. Si bien cambiar un equipo por uno de eficiencia Clase A contribuye al ahorro, el impacto es menor en comparación con la aislación térmica. En la actualidad, el 70% de los equipos instalados en el país son de eficiencia B, ya que la normativa que exigió la comercialización exclusiva de modelos Clase A o superior comenzó a regir en 2015.
Maltz destaca que “el aislamiento térmico eficiente en la envolvente de una construcción conforma la ‘tercera piel’ de la persona. Permite aislar de la intemperie, evitar el ingreso de calor y conservar el frío generado por un aire acondicionado, prolongando la temperatura ambiente y mejorando el confort”. Además, con una correcta aislación, un aire acondicionado estándar puede encenderse solo entre 15 y 20 minutos por hora y obtener el mismo rendimiento que si estuviera funcionando sin interrupción.
Recomendaciones para un uso eficiente del aire acondicionado
Para optimizar el consumo de energía y reducir el gasto en electricidad, ANDIMA recomienda:
- Incorporar aislación térmica eficiente en remodelaciones o construcciones para definir la cantidad y tipo de equipos de aire acondicionado a instalar.
- Limpiar el filtro del aire acondicionado antes de la llegada del verano.
- Mantener cerradas ventanas y puertas en los ambientes climatizados.
- Evitar que los rayos solares entren directamente a los ambientes, utilizando cortinas o persianas.
- Ventilar la habitación durante 10 minutos antes de encender el aire acondicionado.
- Encender el equipo solo cuando haya personas en el ambiente, sin programarlo con antelación.
- Ajustar la temperatura a 24°C de manera constante.
- Evitar encender y apagar el aire acondicionado de forma manual, ya que el arranque consume más energía.
- Utilizar la función de potencia automática para mantener una temperatura estable.
- Sellar filtraciones en las ventanas con burletes.
- Reducir la apertura de puertas mientras el aire acondicionado está encendido.
Adoptar estas medidas permite reducir significativamente el impacto del consumo energético y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia y el confort en el hogar durante la temporada de altas temperaturas.
Por Luciana Rodríguez
Misiones Online