Informe: Multimedios El Abaucán Digital
Fiambalá volvió a vibrar con fuerza este 22 de mayo con el imponente inicio del FIAMBALÁ DESERT TRAIL, la ultramaratón más emblemática del país, que año tras año sitúa a esta ciudad como el epicentro indiscutido del deporte aventura en Catamarca y en el país. Con la participación de cerca de 2.000 corredores nacionales e internacionales, el evento no solo pone a prueba la resistencia humana, sino que enciende el motor económico y social de una comunidad que abraza con orgullo su identidad y hospitalidad.
Los visitantes recorren sus calles, se maravillan con sus paisajes majestuosos, disfrutan de sus termas naturales, degustan los vinos Fiambalenses, exploran los viñedos que acarician el desierto y se deleitan con las exquisiteces artesanales elaboradas por las manos de sus propios pobladores. Fiambalá no solo ofrece carrera, ofrece experiencia, calor humano y cultura viva.
Una economía que corre al ritmo del trail
El impacto económico del Fiambalá Desert Trail es contundente. La ocupación hotelera colapsa (¡en el mejor sentido!), los restaurantes multiplican su actividad, las ventas de artesanías y productos locales crecen exponencialmente, y cientos de Fiambalenses se ven beneficiados directa o indirectamente gracias al turismo que deja cifras récord año tras año.
El municipio de Fiambalá, bajo la coordinación de diversas áreas —incluyendo Defensa Civil y Turismo— despliega una logística ejemplar que garantiza la seguridad, organización y hospitalidad que el evento requiere, posicionando a la ciudad como modelo en la recepción de eventos deportivos de gran escala.
Fernando Quiroga, el guerrero que late con el corazón del desierto
Como si el escenario no fuera ya impactante, la emoción se desbordó cuando Fernando Quiroga, competidor local y leyenda viva del trail, cruzó primero la meta de la primera etapa, escoltado por las sirenas que lo anunciaban como un verdadero campeón. Lo que para otros es un logro, para él comienza a ser una “costumbre de ganar”.
Oriundo de una familia humilde y forjado a base de esfuerzo, disciplina y pasión, Fernando se ha convertido en un símbolo de inspiración. Su historia de vida emociona a propios y extraños, y cada zancada suya no solo representa el sueño de un atleta, sino el orgullo de todo un pueblo que lo admira como un verdadero hijo pródigo del deporte.
El Desert Trail continúa: los guerreros no se detienen
La carrera apenas comienza. Tras dominar la primera etapa, Fernando Quiroga y Sebastián Araya se preparan para los próximos desafíos:
Etapa 2: Las arenas ardientes de Medanitos pondrán a prueba la resistencia de los corredores.
Etapa 3: Las montañas y su altitud desafiante exigirán el máximo rendimiento físico y mental.
Los Fiambalenses ya se organizan para recibir en masa a los miles de visitantes que seguirán arribando durante el fin de semana, mientras las redes estallan de imágenes, aplausos y palabras de aliento para quienes se atreven a correr donde solo los valientes dejan huella.
Trail running en su máxima expresión
Porque esto no es correr en una pista, esto es desafiar al desierto, a la piedra suelta, al calor implacable, a los vientos y a las montañas. Esto no es para cualquiera. Es para quienes buscan aventura y libertad en su estado más puro. Y Fiambalá lo ofrece con un sello que ningún otro destino puede igualar.
Fiambalá, tierra del nuevo sol… y de los nuevos héroes
Con cada edición del Fiambalá Desert Trail, la ciudad reafirma su lugar como el destino número uno en Catamarca para los deportes de aventura. Con un entorno natural inigualable, con un pueblo que sabe recibir, y con referentes como Fernando Quiroga, el trail no solo es una competencia: es una celebración del espíritu humano, y Fiambalá es su cuna gloriosa.
