Un caso de desfalco millonario salió a la luz en la distribuidora Orion, ubicada en la capital, luego de que su titular, Leonardo Moreschini, denunciara a dos empleados, identificados como Leguizamón y Álvarez, junto al padre del primero, por llevar a cabo maniobras fraudulentas para desviar mercadería.
El propietario comenzó a notar faltantes frecuentes en su inventario y decidió realizar un seguimiento. Durante la investigación, sorprendió a los sospechosos desviando un camión térmico para descargar cajas de queso, jamón y otros productos en una propiedad del padre de Leguizamón, ubicada en el barrio Parque América, sobre calle Chile.
Al ser descubiertos, los empleados abandonaron el camión en el loteo Argentina y desaparecieron, dejando también sus puestos de trabajo. Este hecho impulsó a Morescini a realizar un arqueo exhaustivo y cotejo de la mercadería, lo que permitió determinar que las maniobras fraudulentas venían operando desde hace un tiempo considerable. Según sus cálculos, el daño económico acumulado alcanza los 80 millones de pesos, mucho más allá del valor del intento de desvío registrado en las últimas horas.
El empresario presentó registros fílmicos que respaldan sus acusaciones, los cuales ya están en manos de la justicia. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando el caso, que expone la necesidad de implementar controles internos más rigurosos para prevenir este tipo de delitos.
El impacto de este desfalco no solo afecta al propietario de la distribuidora, sino también a la cadena de distribución de productos lácteos y fiambres en la región, que se ve comprometida por estas maniobras ilícitas.
Fuente: Catamarca en Cana