Tan solo pasaron nueve segundos y el partido se puso cuesta arriba para Boca en Brasil. Es que Luis Advíncula comenzó pasado de revoluciones y, en el afán de despejar, impactó un duro planchazo y vio la tarjeta roja. Para colmo, a los pocos minutos, Nicolás Figal cometió un grosero error en la salida del fondo y Matheus Pereira aprovechó para abrir el marcador en el Mineirao. Luego, de un corner que pareció no ser, Cruzeiro metió el 2-0: Rojo despejó a medias y Walace clavó un golazo. En la última del primer tiempo, Miltón Giménez le dio vida al Xeneize: Pol Fernández mandó un centro que Lema bajó y el ex Banfield aprovechó para descontar.
Estaban 2 a 2 en la serie, y los jugadores de Boca hacían un desgaste extra para que no se notara el hombre de menos que tenían desde los nueve segundos, y ya en el segundo tiempo incluso llegó a jugar mejor que Cruzeiro en varios pasajes. Sin embargo, a diez minutos del final el local tuvo la más clara, cuando el arquero Chiquito Romero debió estirarse para cachetear una pelota que le colocaron de emboquillada, y que finalmente se estrellara en el poste siendo rechazada luego por Lema en la línea. Luego Cruzeiro se lanzó con todo el ataque y arrinconó a Boca, pero una contra al minuto 92 casi le da el triunfo al equipo argentino, cuando Merentiel conectó un centro estando dentro del área, con la valla sin arquero, que fue rechazado por un defensor brasileño. De allí, a los penales, donde Boca cayó por 5 a 4, cuando Merentiel marró el último disparo, mientras Chiquito Romero no solamente no atajó ninguno, sino que además, extrañamente, tampoco acertó nunca los lados adonde se arrojó.
