El Gobierno se adelantó a un dato negativo de pobreza y se lo atribuyó a la gestión del kirchnerismo

El vocero presidencial Manuel Adorni recordó que la herencia que recibió la administración de Javier Milei fue “de las peores de la historia”, y logró que no se produzca una catástrofe aún mayor: “Si no se evitaba la hiperinflación, la pobreza hubiera pasado del 40% al 95% de la población”.

En la previa de que el INDEC dé a conocer los porcentajes de pobreza e indigencia, que abarcarán el primer semestre de 2024 (ya exclusivamente la administración de Javier Milei), el gobierno nacional decidió adelantarse a las críticas de la oposición.

El vocero presidencial Manuel Adorni comenzó su rueda de prensa haciendo foco en esta temática y recordó que recibieron “una herencia desastrosa, de las peores de la historia argentina”. Luego de esa breve introducción, señaló que la degradación social es producto de las políticas que se aplicaron en las últimas dos décadas, fundamentalmente controladas por el kirchnerismo.

Si no se evitaba la hiperinflación, la pobreza se hubiese llevado de 40% a cerca del 95% de la población. Nos dejaron al borde de ser un país con prácticamente todos los habitantes pobres”, enfatizó el portavoz, que pidió “terminar con la retórica de los hipócrictas, que cuando gobiernan ellos encuentra las mil y una excusas para no cumplir lo que prometen, y cuando son oposición le exigen al gobierno resolver los problemas que ellos no sólo generaron sino que no resolvieron en los últimos 16 años”.

Luego, Adorni recordó que la recuperación no se logra de un día para el otro, como reclama la oposición. Y para fundamentarlo, el funcionario recordó el proceso que tuvo que atravesar el menemismo para controlar la suba de precios: “El número de pobreza que disparó la última hiperinflación (la de 1989), el gobierno de Carlos Menem recién lo pudo recomponer seis años después. Además tardó un año y medio en poder mostrar un mes con un solo dígito de inflación. Un edificio se destruye en un segundo y reconstruirlo tarda mucho más tiempo, y eso es lo que ha ocurrido en la Argentina”.