El entusiasmo que despierta el streaming científico desde las profundidades del océano Atlántico se vio interrumpido este domingo por un contratiempo, pero se reestableció este lunes por la mañana. La bióloga Soledad Leonardi, una de las referentes del proyecto impulsado por el Conicet junto al Schmidt Ocean Institute, comunicó una demora en la esperada transmisión desde el Cañón de Mar del Plata, programada originalmente para la noche del domingo.
“Lamento traer malas noticias… sigue demorado el mantenimiento. Es probable que la transmisión comience cerca de la medianoche”, escribió Leonardi en sus redes sociales. La información fue compartida por numerosos seguidores que aguardaban la nueva inmersión en vivo desde el lecho marino, que finalmente inició durante la jornada.
Nuevo canal de comunicación y actualizaciones en redes
El canal, llamado “Talud Continental IV Falkor (Too)”, permite a los usuarios recibir alertas cada vez que se inicia una nueva transmisión. Leonardi también recordó que el perfil del proyecto en Instagram (@gempa.ar) continúa ofreciendo información actualizada al instante.
Como en cada jornada de exploración, la transmisión en vivo puede seguirse a través del canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute. Más allá del inconveniente puntual, el interés del público no afloja y se mantiene firme en torno a esta ventana al fondo del océano.

En un contexto desafiante marcado por los recortes presupuestarios al sistema científico nacional, el proyecto no solo sobrevive, sino que también suma una creciente cantidad de seguidores. Las transmisiones han logrado instalarse como un fenómeno cultural inesperado.
Una expedición sin precedentes desde la costa argentina
Desde la semana pasada, los streamings acumulan cifras récord de espectadores y comentarios en redes sociales. Cada inmersión es celebrada como un evento en vivo que combina divulgación científica, asombro y participación del público general.

La expedición forma parte de una serie de misiones destinadas a explorar zonas de alta biodiversidad en el lecho marino, con especial foco en el Cañón de Mar del Plata. Esta formación submarina, ubicada frente a las costas de Buenos Aires, se encuentra en la confluencia de las corrientes Brasil y Malvinas.

Considerado una frontera biogeográfica clave para comprender la dinámica del Atlántico sur, el cañón ha sido poco explorado hasta ahora. Las investigaciones actuales combinan biología, geología y tecnologías de vanguardia para revelar sus secretos.
Tecnología de punta para explorar el abismo
Gracias a un vehículo submarino equipado con cámaras y brazos robóticos, el equipo científico puede realizar muestreos y observaciones a más de 3.600 metros de profundidad. Este instrumental permite documentar el ecosistema marino con un nivel de detalle sin precedentes.

Cada inmersión representa una oportunidad única para registrar nuevas especies y fenómenos naturales que hasta hace poco eran desconocidos para la ciencia. La expedición no solo abre puertas al conocimiento, sino también a una experiencia compartida entre el mundo científico y el público general.

Pese a los contratiempos técnicos, el proyecto continúa capturando la atención y la imaginación de miles de personas, consolidándose como un espacio de encuentro entre la ciencia y la sociedad.