Una balacera registrada este jueves por la mañana en barrio El Pozo de Paraná encendió las alarmas en la escuela secundaria N°3 “Monseñor Doctor Abel Bazán y Bustos”, ubicada sobre calle Santos Vega, en la Capital de Entre Ríos. El episodio ocurrió durante el horario de clases y obligó a activar el protocolo de actuación, que culminó en la evacuación preventiva del edificio.
Según relataron las autoridades del establecimiento, los disparos se produjeron en tres momentos distintos cerca de las 9 de la mañana, cuando los estudiantes se encontraban en el aula. Las detonaciones se escucharon particularmente cerca del sector trasero del edificio escolar.
“Gente que vive cerca inició una balacera y estuvieron a los tiros. Las ventanas del colegio dan a esa calle, así que activamos el protocolo: los chicos deben sentarse en el piso, alejados de las ventanas, y luego concentrarse en el patio central”, explicó la directora de la institución, Lorena López.
Desde la escuela detallaron que en dos oportunidades se comunicaron con la comisaría barrial sin obtener respuesta inmediata, por lo que finalmente intervinieron tras llamados al 911. Sin embargo, la falta de presencia policial sostenida llevó a reiterar el pedido de asistencia, incluso durante el horario de salida de los alumnos.
“El nivel de responsabilidad es altísimo: tenemos la vida de adolescentes en nuestras manos, y esto se vuelve cada vez más difícil. Es muy estresante para los docentes, y no podemos acostumbrarnos a este tipo de situaciones”, afirmó López, y agregó: “No podemos naturalizar tener que aplicar protocolos ante balaceras. Necesitamos soluciones reales de parte de quienes ostentan espacios de poder”.
Por su parte, el secretario escolar, Roberto Montesino, precisó que si bien los estudiantes “nunca estuvieron en peligro directo”, la situación fue alarmante y requirió la activación de un protocolo específico elaborado por el equipo docente.
Desde la institución reclamaron presencia policial durante los horarios de ingreso y egreso, además de medidas concretas para abordar la inseguridad en la zona. “No podemos esperar a que ocurra una tragedia para actuar”, advirtió la directora.
Por su parte, el jefe del operativo policial aseguró a las autoridades escolares que “la situación está calmada y se solucionó el conflicto”, y que durante la tarde estarían dadas las condiciones para continuar el dictado de clases. La decisión de enviar a los alumnos quedó sujeta a cada familia.
