a diputada mendocina Lourdes Arrieta enfrenta una inminente expulsión del bloque de La Libertad Avanza, tras una serie de tensiones internas que comenzaron con la polémica visita a represores en el penal de Ezeiza y culminaron con su denuncia penal contra el titular de la Cámara, Martín Menem.
Arrieta, quien ha expresado su descontento en redes sociales, denuncia haber sido víctima de conspiraciones dentro del espacio libertario, una situación que, según ella, atenta contra la voluntad popular que la eligió como representante.
La situación de Arrieta se complicó aún más cuando trascendió que mantuvo contactos con referentes del kirchnerismo, lo que generó sospechas sobre su lealtad al bloque oficialista. Este hecho, sumado a la denuncia contra Menem, fue el detonante que llevó a las autoridades del bloque a considerar su expulsión, una decisión que se oficializaría el próximo martes. La secretaria general del espacio, Karina Milei, ha tomado un rol protagónico en este proceso, buscando una salida definitiva para la incómoda legisladora.
Arrieta, por su parte, ha manifestado que su accionar siempre estuvo guiado por principios de transparencia y justicia, rechazando las acusaciones de deslealtad. En su defensa, ha destacado que no fue informada directamente sobre su posible expulsión de La Libertad Avanza y que las decisiones se han tomado a sus espaldas. Además, lamentó que se haya puesto el foco en su persona en lugar de investigar a quienes realmente organizaron la visita al penal de Ezeiza.
La posible expulsión de Arrieta no solo debilitaría aún más al ya reducido bloque de La Libertad Avanza, sino que también podría tener repercusiones políticas significativas. Si bien Arrieta podría optar por formar un monobloque o unirse a otro grupo, esta situación podría forzar al bloque libertario a negociar con ella en votaciones futuras, lo que algunos miembros del espacio consideran un escenario indeseado, pero inevitable.
En medio de este clima de tensión, el bloque se prepara para tomar una decisión final, que podría marcar un punto de inflexión en la ya fracturada unidad de La Libertad Avanza en el Congreso. Con el bloque enfrentando desafíos tanto internos como externos, la expulsión de Arrieta podría ser el comienzo de una nueva etapa de reconfiguración en la fuerza política.
