Los detalles de los forenses son clave. Los investigadores señalaron a un menor de 14 años como el autor del crimen durante un robo. El adolescente, junto a su hermano y otro joven de 17, fueron detenidos este domingo.
La autopsia realizada al cuerpo de Ezequiel Altamira, el adolescente de 16 años asesinado tras salir de un boliche en la localidad bonaerense de Ituzaingó, determinó que murió debido a un golpe que recibió en la sien izquierda, informaron fuentes oficiales.
Por el crimen del menor hay tres detenidos: un chico de 14 años, que es señalado por los investigadores como el presunto autor del asesinato y que no es punible, pero está recluido en un instituto de menores; y otros dos, de 17 y 19, que se analiza su participación en el hecho.
Según las fuentes consultadas, el fiscal Guillermo Rodríguez Rey, de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N°1 de Morón, recibió en las primeras horas de este lunes el informe preliminar de la autopsia al cuerpo de Ezequiel, que fue realizada el domingo.
Según el texto, al que accedió este medio, el adolescente asesinado la madrugada del sábado recibió un golpe en la sien izquierda que le provocó una fractura de cráneo en la región parietal. “Eso le generó una hemorragia con coágulos que le comprometieron todo el cerebro y que lo condujeron a la muerte”, se detalla en el informe.
Los forenses señalaron que el cuerpo de Ezequiel presentaba solo algunas lesiones menores (raspones) en una de sus rodillas y en la mano, compatibles con la caída en el pavimento que le provocó el ataque de, presuntamente, el menor de 14 años: que es quien le pega a la víctima, en base a testimonios y videos recabados hasta ahora en la causa que se investiga como homicidio en ocasión de robo.
También es ese menor el que le roba el celular a Ezequiel cuando ya estaba en el piso. Tras el arresto del chico, la jueza de Garantías N°2, Cecilia Drago, convalidó que el acusado fuera alojado en un instituto cerrado bajo una medida de seguridad. No puede ser condenado debido a su edad, y podría recuperar su libertad en uno o dos años, según señalaron fuentes judiciales.